30 de octubre de 2008

Don't Cry For Me Argentina... un musical de “Pelusa”.

Por Eduardo Castañeda

Populismo.
s. m. Conjunto de corrientes sociales, económicas y políticas que se extendió particularmente en América Latina después de la Segunda Guerra Mundial, caracterizado por su antiliberalismo, su fuerte nacionalismo, su oposición al control del poder por ciertos grupos y la movilización de masas en torno a un líder apreciado y seguido por todos.”

-Diccionario virtual del Colmex http://mezcal.colmex.mx/Scripts/Dem/principal.htm

D10s.
30 de octubre de 1998. 00:45 hs. Barrio La Guardia, Zona Sur de Rosario. Casa de la familia Verón.
-Hola Ale…soy Hernán… Feliz Navidad!
- Qué decís?, que tomaste Hernán?
- Feliz Navidad!… pensá!
- Hernán van a ser la una de la mañana… ¿qué tomaste, formol?
- Pensá…¿qué día es hoy Ale?
- Eeehh…tenés razón… hoy nació “Dios”... Feliz Navidad hermano Maradoniano!”

-Página web de la Iglesia Maradoniana www.iglesiamaradoniana.com.ar




No es para sorprender que después de 16 años de no figurar ni siquiera entre los cuatro primeros sitios de la Copa del Mundo, la industria del futbol más grande en América después de Brasil, haya perdido la paciencia y hoy olvide una larga tradición de respeto a los procesos y a las cualidades técnicas en la elección de su entrenador. Emulando a rajatabla la comedia Shakesperiana montada por Femexfut Productions en el ascenso y caída de Hugo Sánchez, el séquito de Julio Grondona, cual ávido amante de lo ajeno en día de San Judas Tadeo, busca redención en fuerzas superiores. Alguien que baje del cielo con la convocatoria de Evita Perón, el carisma de Carlos Gardel. Hoy 30 de octubre AFA puede anunciar con humo blanco: habemus D.T.

Sólo que a este ídolo no se le complace con escapularios, sino con reflectores mediáticos; no se le ofrendan unos pesos para los pobres, sólo unos gramos para su pobre... nariz.

Precisamente hoy, celebrando 48 años de su nacimiento, Diego Armando Maradona es designado para dirigir al combinado pampero de cara a Sudáfrica 2010. Mundial de consolidación. Argentina sabe que tiene a una de sus mejores generaciones en años, ganadora de los Juegos Olímpicos y repleta de zancas tan habilidosas y cotizadas como las de Messi, Agüero, Maxi Rodriguez, et al. Es por esto que ante candidatos tan calificados como Carlos Bianchi y Miguel Ángel Russo, uno se pregunta si esta decisión responde al impacto social del nuevo populismo latinoamericano ahora aplicado a la política deportiva.

Permitanme ahora explicarme en este juicio, pues tiempos recientes e innumerables actos de las “hinchadas” del Real Yunque y el Atlético AMLO han depauperado al término. Desde la antigua Roma, las minorías intelectuales e individuos carismáticos se han alzado en cruzada hacia el sol con alas de cera y narcisismo para abogar por la opinión “fidedigna” del pueblo a través del factio popularium. Para desgracia suya, y de quienes los siguen hasta el precipicio, la historia nos ha enseñado que la ira popular catapultada por la ignorancia y la falta de experiencia no lleva a buen término estos periodos (para dar fe de ello pregúntele a su historiador de confianza la cifra de nuevos inquilinos que Don Pepe Stalin le mandó a San Pedro). Volviendo pues al futbol, Maradona reúne a la perfección las características del líder carismático, además de los contras que esto conlleva.

Mientras sus antecesores coleccionan una abrumadora cantidad de trofeos como Copas Libertadores, Sudamericanas, Campeonatos locales, Mundiales juveniles, entre otros; Diego sólo puede presumir 23 partidos en los banquillos de Rosario Central y Racing de Avellaneda; para rematar, ostenta una nada alentadora marca de 3 encuentros ganados. Ni a un astro con la gran trayectoria (e inverosímil capacidad para vituperar hacia técnicos y directivos) de Hugo Sánchez se le hubiese permitido tal cosa, aún en un país tan acostumbrado a inflar figuras como México. Si esto no es una prueba de fe y populismo mas allá de todo argumento racional, no sé a que podríamos referirnos ya como tal.

Y al igual que en gobiernos como los de Hugo Chávez y Lula da Silva, el jueguito de “Súper Barrio” no tendría sentido sin tajada económica de por medio para quienes llevan al ícono al poder. Supongo que los federativos albicelestes tomaron nota con prontitud de las descomunales cifras que refresqueras, paleteras, bancos y televisoras invirtieron en el fracaso de Hugol. Como lo he dicho en varias ocasiones, ellos mejor que nadie saben que el futbol profesional no es beneficencia y en una época de crisis económica mundial no hay mejor forma de amarrar contratos millonarios que con la figura de un "rockstar", quien respira, se comunica, se regodea y come de su imagen.

Esto a colación de que haciendo un análisis a fondo, ni siquiera el pasado del “10” es tan virtuoso y genial como la fanaticada de aquel país (y mucho pseudo-gaucho tepiteño) quiere poner en vitrina de oro. A mi parecer, resulta grotesco siquiera comparar la carrera de alguien a quien hay que desmitificar y llamar por su nombre: drogadicto y tramposo, con la de Pelé, Cruyff, Platini y otros de verdad ilustres.

Con esto no quiero negar el enorme talento que sin duda poseía, pero no seamos inocentes; el “Gol del siglo” fue precedido por otro en flagrante violación a las reglas y al ahora laureado Fair Play mejor conocida como “Mano de Dios”; su adicción a la cocaína fue sucedida por la expulsión del Mundial de '94 en la que se le comprobó el consumo de seudoefedrina y metaefedrina. Por esta misma situación, Marion Jones vió las olimpiadas desde la cárcel, Maradona verá la Copa del Mundo como entrenador. ¿Qué ejemplo puede dar semejante hombre en lo táctico y en lo ético? ¿Con qué argumentos se le dan las riendas del mejor equipo de habla hispana? ¿Qué otro mérito puede atribuírsele en este momento más que el provecho utilitario que la Asociación de Futbol Argentino sacará en lo que dure su cargo?

No es mi intención con las razones aquí expuestas decir que de ahora en adelante está asegurada la tragedia y los malos resultados para una selección que desborda calidad, sino invitar a la cordura y recordar a los lectores que los dioses están en la iglesia, no en los programas de variedades, ni en los discursos políticos, ni en los estadios. Desmitifiquemos a "Maradó", no pongamos el árbol de navidad en octubre ni hagamos caravana al héroe épico vitoreado en los cánticos de Rodrigo y Los Piojos. Juzguemos con mesura a un hombre de carne (bastante) y hueso. Que el 30 de octubre sea visto como el nacimiento de una escuadra argentina otra vez protagonista, que brinde encuentros memorables y que recupere esa mística impuesta en las eras de Menotti y Bilardo -de bastante influencia en el mismo Maradona-. Exhorto a no alimentar, ni como aficionados ni como prensa, las fantasías populistas del nuevo Director Técnico de la Selección Argentina de Futbol.